Ante un globo terráqueo, voy repasando la multitud de
desmanes que algunos hombres están cometiendo contra el planeta en incontables
lugares. Este se defiende atacando cada vez con más virulencia: terremotos,
huracanes, sequías, inundaciones… Mi dedo se detiene al azar sobre Brasil y su
selva amazónica. El pulmón del mundo está afectado por un cáncer que poco a
poco lo está destruyendo: deforestaciones incontroladas y aniquilamiento sin
piedad de seres humanos que sin haber tenido contacto con “la civilización”,
esta les proporciona lo único que sabe hacer: destruir el hábitat que durante
milenios han ocupado y como premio, la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario