Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

martes, 3 de enero de 2017

CENA DE NOCHEVIEJA

El día de Nochevieja nos reunimos a cenar el IMSERSO al completo: 448 años en total. Con buenos dientes y mejor gana. Unos canapés y fiambres de primero y una merluza rellena, objeto de esta entrada.

A continuación, en fotos, relato la forma en que el "chef de cuisine" perpetró el atentado contra el pescado. Estos días el pescado, y no digo ya el marisco, alcanza precios que duplican los normales; una merluza de pincho que no sobrepasa los diez euros, a más de 16. Al marisco ni me asomo. De lejos, los carabineros rondando lo 80 euros. Besugos, con los que hay, carísimos, que diría il Papa.

Compré una de volanta, casi a diez euros, de un kilo y medio más o menos. Tenía previsto hacerla a la vasca y estando en el mostrador, se me ocurrió que mejor rellena. ¿Cómo se la hago? En dos lomos. Ya hice una vez para Nochebuena, que estará por ahí, pero no la partí y a la hora de rellenar no cabe el relleno; mejor lomos separados.

Compré un sobre de panceta ibérica, 150 gramos; dos sobre unitarios de gulas, 200 gramos cada uno; y un sobre de gambas congeladas de 250 gramos. Con la cabeza -y otra que me dieron en la pescadería- preparé un fumet para hacer una bechamel ligera con la que unir el relleno y cubrir la merluza, poniendo una cama en el fondo de la fuente antes de comenzar el relleno.

Aquí tenemos los ingredientes: La cazuela con las cabezas, un poco de cebolla y media zanahoria (luego se comería Laika lo aprovechable). La merluza en la fuente de asar; la panceta de ibérico; las gulas y las gambas congeladas.



Salteando las gulas (un sobre) y la gambas. Las reservaría para hacer en la misma sartén la bechamel.


La fuente con la cama de bechamel y la mitad de la merluza con el ibérico.


Rellenando con gambas y gulas, ligadas con un poco de bechamel. 


Cubriendo con las lonchas de panceta


Bechamel por encima, con un poco de queso rallado. Lista para el horno.


Calenté el horno a 220 grados; alcanzada la temperatura, bajé a 190-200 grados y la mantuve en el horno con calor en la solera y el gratinador; apagué el gratinador a los quince minutos  y a los veinte minutos cambié el calor al gratinador apagando la solera. Cinco minutos más y listo. Tiempo total, alrededor de 25 minutos dependiendo del tamaño de la merluza.

Hice una foto tras sacarla del horno, pero no ha salido. De sabor, buenísima. Venga, atrévete con ella, es fácil y sale muy económica.



SE ARMÓ EL BELÉN


Había convocada reunión de la Comunidad. Presidía la vaca Mu, la más sensata. Asunto a tratar: las condiciones laborales. El gallo Kirico y el pato Lucas, eran los más vocingleros, como siempre. Propusieron dejar de poner huevos y dar leche como medida de presión. A media sesión, entraron al establo un hombre y una mujer, ella en estado de gestación y a punto de dar a luz. La señora Oca, muy mari manejos, enseguida organizó todo. Los animales grandes a dar calor, las luciérnagas agruparos para dar luz. El resto, recoger paja limpia y callad. Así comenzó la Navidad y una historia que dura ya más de 2000 años.