Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

sábado, 25 de marzo de 2017

FIDELIDAD

Hoy he recibido una de las pocas satisfacciones que esto de la escritura me proporciona. Un libro, con mi relato incluido, y un diploma como finalista del concurso. Moltes gracies



FIDELIDAD
          Condujo su coche por las estrechas "carreteras" del Delta como un sonámbulo, sin percatarse de las sonoras pitadas que le dedicaban los conductores de los coches que circulaban en sentido opuesto al cruzarse con él. Más de uno no solo le dedicó su prolongada y acústica protesta, también hizo mención a todo su árbol genealógico -incluyendo a algún hipotético viajero-, cuando se vio sin remisión abocado a caer en los arrozales que bordean el camino. Parecía que al coche le marcaba la ruta un inseguro y loco piloto automático, ignorante de cuantos vehículos le venían en sentido opuesto.