Cierra algunas puertas. No por orgullo ni por soberbia sino porque ya no te llevan a ninguna parte.
Como todo en este mundo, el paso de los años va deteriorando, puliendo y olvidando pasados sentimientos que o bien no dejaron huella o quizá un poso sin sabor a nada. Sin embargo, nacen otros que no esperabas encontrar. Quizá me ha sobrado media vida.