Somos los otros catalanes: los que cuando vamos a manifestaciones nos comportamos como personas civilizadas, los que nunca colocaremos ninguna bandera en el balcón; somos tranquilos, tolerantes, trabajadores, pacíficos, discretos y amigos de nuestros amigos; queremos tener salud, amor y trabajo, como todo el mundo; creemos en la familia y en el esfuerzo personal y no en la donación y subvención para conseguir las cosas; amamos la paz y la libertad. Aborrecemos la corrupción, la violencia, el abuso de poder, la manipulación y la mentira.
Somos bilingües sin complejos; hacemos zapping sin problemas por todas las opciones y la película que vimos ayer ya no recordamos en qué idioma la oímos (catalán o castellano).