Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

sábado, 30 de septiembre de 2017

VENDETTA


Ante un globo terráqueo, voy repasando la multitud de desmanes que algunos hombres están cometiendo contra el planeta en incontables lugares. Este se defiende atacando cada vez con más virulencia: terremotos, huracanes, sequías, inundaciones… Mi dedo se detiene al azar sobre Brasil y su selva amazónica. El pulmón del mundo está afectado por un cáncer que poco a poco lo está destruyendo: deforestaciones incontroladas y aniquilamiento sin piedad de seres humanos que sin haber tenido contacto con “la civilización”, esta les proporciona lo único que sabe hacer: destruir el hábitat que durante milenios han ocupado y como premio, la muerte.