Era más que un simple robot.
No sé por qué motivo me viene a la memoria aquel soneto de Lope de Vega que
empezaba así: Un soneto me manda hacer Violante / que en mi vida me he visto en
tanto aprieto.
Violante nos pidió, a la
vuelta de las vacaciones, un ejercicio de redacción que, al menos a mí, me dejó
completamente fuera de juego, divagando. Y que, además, si contenía una
historia de amor, quizá nos pusiera matrícula de Leonor. Ahí es ná. No deseo
expresar mis pensamientos con tacos pero ¡coño! ¿Qué pretende que le contemos? ¿Cómo
voy a ser capaz de “vivir” una historia de amor con un robot?