Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

domingo, 26 de noviembre de 2017

ODIO O LIBERTAD DE EXPRESIÓN (según quien lo juzga)

Leo en eldiario.es, un artículo de la periodista Elisa Beni. Sin pelos en la lengua. En él, critica la distinta vara de medir que emplean el ¿gobierno? del Partido Podrido y sus esbirros. Mientras unas opiniones son tachadas de delitos de odio (las que no les gustan o dicen verdades como puños) otras, las de sus adláteres, las consideran libertad de expresión aunque en ellas hablen de matar. Hemos tenido muchas muestras en los últimos tiempos. Las más flagrantes: un tuitero catalán, que se alegraba de la muerte del fiscal Maza, está en la cárcel. El chat de los municipales de Madrid, donde le desean a la alcaldesa Carmena una muerte lenta y a poder ser flagelada por torturadores chinos, no merece ninguna repulsa y sí el apoyo de los sindicatos policiales. Es libertad de expresión.