Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

miércoles, 31 de enero de 2018

Joaquín, amigo


IN MEMORIAM. A principios de mes nos dejaste. Has sido el primero de los quintos que abandona este mundo en contra de su voluntad. Y si bien es verdad que nuestras vidas han discurrido separadas, no lo han sido tanto como para hacer olvidar y desaparecer los años de escuela pasados en común junto al resto de los amigos y compañeros de correrías.

Especial recuerdo me merece, por las consecuencias posteriores, el día aquel en el que, requisando agua por todos los pozos de los huertos para regar los árboles, tú te metiste en el de Juanito y hallaste sandias. Como no podía ser menos, entramos y cogimos varias. No valían, eran pequeñas e inmaduras, como nosotros. Pero la que se armó. ¿Recuerdas?. Vino la tía Mariacruz a la escuela hecha una furia y gritando como una gallina culeca, que le habíamos quitado las sandías y destrozado el huerto. ¡¡Qué diferencia de tiempos!! In illo témpore, cualquiera se sentía con derecho a corrernos por cualquier motivo. No negaré que quizá en algún asunto tuvieran razón. Pero las hostias que nos atizaba el inefable maestro (hoy pienso: ¿no le daba vergüenza un zángano como él, pegar y de esa forma a unos niños indefensos?) no eran de recibo pero se sentían con derecho, los unos para condenarlas, el otro, como verdugo para ejecutarlas. (Recuerdo una vez en que tú te rilaste piernas abajo y una hermana tuya hubo de venir a limpiar el suelo de la clase. ¡¡Qué inmenso honor para el maestro!!).

Tampoco olvido la conversación que tú y yo mantuvimos sobre una chica y que luego le transmitiste. ¡So mari......! ¿Buscabas enemistarla conmigo? pues lo conseguiste. Ella se quejó y me contó lo que tú quisiste decirle y, en definitiva, nos quedamos los dos al pairo. ¡¡Y no te lo perdonaré!!

Habría tantas cosas.................Poco a poco irían saliendo más. Como cuando haciendo hoyos para los árboles nuestro ínclito Aliseo te abrió la cabeza con la azada...(fue a verte y te echó el gato a la cara)....... por cierto ¿qué piensas sobre la gran estafa que supuso el "coto escolar"? Nos hicieron trabajar como burros -los dolores de piernas que yo hube de sufrir en aquel tiempo- para luego no recibir nada a cambio....

En fin, dicen que los muertos viven en la memoria de los vivos. Por ello tú, Joaquín, mientras nosotros vivamos, tú vivirás con nosotros. Descansa en paz, amigo.

29 de agosto de 2006. Tenía 58 años.

martes, 30 de enero de 2018

VIDAS TRUNCADAS


He visto ya tantas personas cercanas morir sin piedad ni indulgencia, que resultaría insultante para ellas ni siquiera insinuar que se dejaron vencer sin lucha contra ese enemigo traidor del ser humano que es el cáncer. Personas, algunas, que tenían todavía mucha vida por delante y que, de pronto, se encontraron presas de ese enemigo silencioso y criminal. En mi pensamiento desfilan ellas y sus situaciones.

No son relatos humanos que haya visto en los periódicos o fruto de mi imaginación, sino compañeros de niñez y de juegos, con los cuales he hablado, jugado, reñido, hecho rastros.... Han sido víctimas silenciosas caídas de la noche a la mañana, pues así deben considerarse por la edad y por el tiempo de vida transcurrido desde la confirmación de la enfermedad hasta su final. No puedo olvidar a mi prima, Asun, que en la celebración de la boda de mi hija me confesaba que para la siguiente ya no estaría, como así fue. Con una entereza estoica, cuando ingresó en el hospital para morir le preguntó al médico: « ¿Doctor, ya es el fin?», y él hubo de decirle que sí. Eso es desgarrador, me rebelo, no puedo evitar que mis ojos se turben. Enfermera, 45 años tirados por la borda sin misericordia. Y así una tras otra. Tantos y tantas, que el pensamiento duele al remover viejos, y no tanto, recuerdos. El último, se comía el mundo. En tres meses, se marchó. Viejo compañero de correrías y aventuras…en agosto lo enterramos. Cuando me dijeron que había muerto, no me lo podía creer, pues ignoraba la enfermedad. 

Siempre una muerte es una tragedia para las personas cercanas a la víctima. Más, cuando su edad y vitalidad no hacía sospechar un destino tan cruel. 

Sabes, amable lector, puede que alguno de nosotros o de quienes nos van a juzgar, ya seamos víctimas inconscientes de esa maldita peste. El consuelo final es, que todos esos bastardos  derrochadores de vidas y fortunas, especialistas en masacrar a inocentes en vez de hacer felices a los demás, un día, puede que también sin que lo esperen, ellos caerán, lo mismo que otros que, con anterioridad, se creyeron dueños de vidas, fortunas y el mundo. La Parca se los llevó sin miramientos. Aunque sea un magro consuelo. 

lunes, 29 de enero de 2018

SUPERVIVIENTES


Hace 88 años nacía una pareja de gemelas en un pueblo, entonces casi perdido, de las sierras de Teruel. Hoy, una de ellas viuda, mi madre, todavía vive sola en su casa a pesar de que no está para tirar cohetes; la otra, también viuda y mucho más deteriorada, la llevó la hija que todavía vive a una residencia de ancianos.

Esta mañana hemos ido a visitarla. A su hermana todavía la reconoce, a mí ya no. Mi infancia transcurrió a caballo de las dos hermanas de mis padres, solteras. Recuerdo cuando se levantaba por la noche para masar y luego ir a cocer el pan en el horno comunal. Y cuando una noche, en la puerta de su casa, le dio calabazas a un mozo que lloraba desconsolado su desamor. El torrente de la vida nos ha traído hasta aquí; en tanto ella perdió al marido, ya mayor pero no tanto y a una hija con 45 años.

Darse una vuelta por este tipo de centros asistenciales, le dejan a uno el ánimo tocado. Los trabajadores sin duda deben adaptarse al igual que los médicos: no pueden echar sobre sí las dolencias de los enfermos o ancianos; en la mayoría de los casos, ambas cosas a la vez.

En una anterior visita, había una señora sentada en una butaca. Nada detectaba su estado pues la lengua, la tenía en perfecto estado. Tuve la ocurrencia de intentar ayudarla a levantarse para ir a comer y casi cometo un desaguisado. La agarré de un brazo y por poco se me cae al suelo. Menos mal que acudió rauda en mi ayuda una auxiliar y consiguió enderezarla. Cómo me engañó.

Hoy, ya cansado de deambular por el pasillo, he dejado a las dos hermanas y me he sentado en una butaca junto a otro señor. Enseguida me ha dicho que estaba esperando a su hijo y que para estar allí era necesario estar bien. Me ha vuelto a engañar. Se me ha caído la venda cuando me ha preguntado si aquel puente que se veía allí enfrente era el de Piedra. ¡Dios mío, me la ha pegado! Le he contestado que el citado puente estaba muy lejos y ya, prevenido, me he quedado en guardia. El mentado puente, está a kilómetros de allí, sobre el río Ebro.

He visto partir muchas personas de mi tiempo y más jóvenes, víctimas de esa pandemia incurable a pesar de lo que dicen. Mujeres y hombres. Amigos, compañeros, conocidas, familia. Siempre me ha llamado la atención el hecho de que, estas personas más mayores a pesar de haber sufrido una guerra y sus consecuencias, se agarran a la vida de una forma que sus hijos no estamos sabiendo imitar. He conocido a varias personas centenarias, alguna todavía vive.  Su hermano de ellas, acaba de cumplir 90 años y mi señora suegra, va camino de 99 años y vive sola.

domingo, 28 de enero de 2018

sábado, 27 de enero de 2018

LAS EDADES DE LULÚ


Con la edad, la ilusión huye con pies veloces; los míos, son incapaces de alcanzarla.

lunes, 22 de enero de 2018

viernes, 19 de enero de 2018

ENVIDIA

Siento envidia de quienes se toman la vida a grandes sorbos, sin pensar en las consecuencias que casi siempre, para ellos, suelen acabar prematuramente. Quienes instalados de forma anodina en la rutina diaria, medimos de forma previa cualquier acto que pueda afectarnos negativamente y por ende alejarnos de esa cómoda e insulsa supervivencia. En una palabra, unos se ríen de la muerte y otras la tememos.

jueves, 18 de enero de 2018

LANDERO, HASTA EL CULO POR DINERO

No tenía ninguna duda; convocan premios literarios para engañar al personal, creando falsas ilusiones. Pero hay veces que lo ves tan claro, que da asco.

Un ejemplo: las bodegas Luis Alegre premian en el concurso literario a Luis Landero. No tengo muy claro quien es este tipo, pero alguna vez lo he visto por la prensa. Y deja mucho que desear se preste, éste u otro cualquiera que los hay, a ese juego indigno. Una bodega puede emborrachar el ego y el cuerpo de quien quiera pero que alguien que ya tiene un nombre se preste a ello, da cagalera. No digo que no pueda vender su trabajo; nunca debería prestarse a ser la coartada para embaucar a cientos de participantes a sabiendas de que él, sera el ganador previsto de antemano. Que se vayan a la mierda, Landero y la bodega.

Landero, hasta el culo por dinero.

lunes, 15 de enero de 2018

EL DEVORADOR DE LIBROS


En aquella biblioteca semiabandonada coexistían incunables antiguos con volúmenes de un pasado reciente. La desaparición del entusiasta coleccionista a la vez que infatigable lector, condenó al ostracismo y al polvo las estanterías repletas de libros. No era abandono, sino falta de interés el mal que padecían los libros.

sábado, 13 de enero de 2018

miércoles, 10 de enero de 2018

COCINA DE AUTOR. RAPE EN SALSA VERDE



Rape en salsa verde con setas y alcachofas.

Si no sabes como se hace, tenemos un problema porque a mí, se me ha olvidado el tema ese de tantos gramos por aquí y tantos mililitros por allá. O se sabe o se va uno a comer al restaurante de la esquina.

martes, 9 de enero de 2018

EL PLATO DE LENTEJAS


Aquel día pudo cambiar la historia. Quizá sería arriesgar demasiado afirmar que pudo hacerlo la humanidad, pero sin duda, sí la historia que nos contaron en la escuela de principios de la segunda mitad del siglo veinte.

lunes, 8 de enero de 2018

Y ESO FUE TODO


Esta Navidad, ha sido larguísima. La empezamos el año pasado y todavía sigue en otro año nuevo. Y muy entretenida. Todavía no nos habían dado las vacaciones cuando dediqué un relato de Navidad a mi amigo el ratón Agapito. Se lo merecía porque hemos pasado juntos ratos muy agradables, cuando me hacía confidencias en el bodego de casa. Mi madre me encerraba en él, en castigo por ir al esbarizaculos en el hielo de la rambla.

domingo, 7 de enero de 2018

APÓSTATA


A LOS REYES,  (majos o no)

No es nada personal (o sí) pero… cuando se me cayó la venda dejé de ser monárquico. En los dos sentidos del sentimiento: espiritual y material.

Me tocó vivir una parte importante de mi vida, la mejor, sumido en la ignorancia. Al lugar donde nací, perdido entre montañas, con un acceso limitado, solo llegaban los ecos y las noticias difundidas por quienes de forma violenta se habían hecho con el poder, y como más tarde aprendimos, con todo lo que había disponible y, de forma ratera, requisable.

jueves, 4 de enero de 2018

LADRIDOS LEJANOS


Aquella noche, en el pueblo no se escuchaba más que al silencio. De vez en cuando, la voz de un perro asustado callaba a éste. El temor del can a la soledad, a la oscuridad de la noche o quizá alguna raposa merodeando por las proximidades en busca de restos de algún parto del ganado, provocaban sus ladridos. Los mozos, hacía rato que habían dejado de entonar villancicos por las casas pidiendo el aguinaldo. En la calle, una luna negra y un sol de medianoche en la fría madrugada de enero custodiaban la nieve. El viento, para darle ánimos, ululaba sus lamentos al tiempo que, incansable, trasladaba la nieve acumulándola en ventisqueros. Una madrugada de perros para los Reyes Magos.

miércoles, 3 de enero de 2018

NO ES CHISTE

Hace un rato estaban mi santa y su madre en el comedor; yo en otra habitación alejada. Oigo a mi mujer decirle a su madre: "Hoy no has puesto pasapalabra". Estaba el programa emitiendo en ese momento y ella tenía la TV en la Sexta. Tras cuatro o cinco veces repitiendo lo mismo a voz en grito, la suegra contesta: "Si me haces un huevo pasado por agua, no me lo hagas tanto como ayer".
Pa mear y no echar gota.

PETICIÓN A LOS REYES


Daniel, se sentía muy solo en casa; deseaba fervientemente que la cigüeña le trajera un hermanito con el cual jugar, hacer travesuras y urdir rastros por el pueblo. Hasta daba sardinetas a un cigüeño que había en el nido de la casa de al lado; todo en vano. Envidiaba a su amigo Elías, por ser el tercero de cuatro hermanos y, en el colmo del desprecio hacia sus reiteradas peticiones, la cigüeña que anidaba en el nidal al cual él aportaba sardinetas, acababa de traer a sus padres otro bebé: una niña. Sin duda, las zancudas le tenían ojeriza.

martes, 2 de enero de 2018

PAPÁ NOEL


Casi de madrugada, cuando todavía estaban poniendo las aceras, encaminé mis pasos hacia el hospital; iban a realizarme una hernioplastia inguinal en la CMA del Royo Villanova. A mi lado, en preparatorio, un abuelete de luengas barbas blancas esperaba con los goteros ya funcionando. Al momento lo llevaron y a mí detrás. Al pasar por un ventanal, vi asombrado como un trineo levitaba a la altura del mismo. Lo achaqué a algún delirio fruto del mejunje goteril aplicado a mi vena. Tumbado en la mesa de operaciones, me informan que me van a dormir, no anestesia epidural como previamente me habían explicado. Mascarilla en la cara y antes de que puedan reaccionar me escapo y por la ventana me lanzo en plancha sobre el trineo.

lunes, 1 de enero de 2018

EL GORDO

Como cada año, la lotería de Navidad había despertado ilusiones, nervios y sobre todo, peticiones a toda la Corte Celestial. No quedó Virgen, santo o asimilado que no recibiera ruegos, oraciones y promesas de los peticionarios. Haré esto, lo otro o montones de novenas y misas en acción de gracias. Tantas, que antes de comenzar el mes de diciembre ya habían cubierto el cupo para los cinco años siguientes. Decidieron clausurar el buzón en espera de que escampara.

Los niños encargados de cantar los números, no eran ajenos a toda la parafernalia que el sorteo acarreaba. Eso sin contar los temblores y el miedo escénico que con anterioridad, en los ensayos, ya recayó sobre ellos.

Eran las doce de la mañana y el gordo se mostraba remiso a salir. Cedía el paso a las bolas que le rodeaban.

—Pase usted, por favor, no hay prisa —, decía galante a las bolas contiguas.

Hasta que las restantes se confabularon y rodeándolo, le obligaron a salir. La chica que cantaba los números, aburrida ya de tanto soniquete, entonó el mantra correspondiente:

 — Veintidós mil quinientos ochentaaaa……

 La compañera que daba la réplica de los premios, se quedó mirando la bola sin acertar a articular palabra y al fin explotó:

—Lo teeengo, lo tengoooooo  

Comenzó a dar saltos y cuando intentaron quitarle la bola de las manos, el premio voló al patio de butacas donde la gente se arremolinó intentando darle caza. A raíz del tremendo guirigay, alguien sacó una pistola de fogueo y pegó dos tiros al aire.

          — ¡To er mundo al suelo!  

Aquello serenó los ánimos y fila por fila fueron registrando el piso. Fue inútil, no apareció. Tras una visión pausada de la filmación y la confirmación, aterrada, de la chica, decidieron –por incomparecencia- que ese número era el gordo.

A partir de ese día, los ratones lo emplearon de balón.

FELIZ 2018