A LOS REYES, (majos o no)
No es nada personal (o sí)
pero… cuando se me cayó la venda dejé de ser monárquico. En los dos sentidos
del sentimiento: espiritual y material.
Me tocó vivir una parte
importante de mi vida, la mejor, sumido en la ignorancia. Al lugar donde nací, perdido
entre montañas, con un acceso limitado, solo llegaban los ecos y las noticias
difundidas por quienes de forma violenta se habían hecho con el poder, y como
más tarde aprendimos, con todo lo que había disponible y, de forma ratera,
requisable.