No tenía ninguna duda; convocan premios literarios para engañar al personal, creando falsas ilusiones. Pero hay veces que lo ves tan claro, que da asco.
Un ejemplo: las bodegas Luis Alegre premian en el concurso literario a Luis Landero. No tengo muy claro quien es este tipo, pero alguna vez lo he visto por la prensa. Y deja mucho que desear se preste, éste u otro cualquiera que los hay, a ese juego indigno. Una bodega puede emborrachar el ego y el cuerpo de quien quiera pero que alguien que ya tiene un nombre se preste a ello, da cagalera. No digo que no pueda vender su trabajo; nunca debería prestarse a ser la coartada para embaucar a cientos de participantes a sabiendas de que él, sera el ganador previsto de antemano. Que se vayan a la mierda, Landero y la bodega.
Landero, hasta el culo por dinero.