Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

miércoles, 14 de marzo de 2018

MI NIÑA Y YO, CUMPLIMOS AÑOS




Hoy, comienza una nueva década para mí. Nada me gustaría más que esta fuera prodigiosa y alcanzar la siguiente en plenitud de facultades físicas y mentales. Difícil papeleta cuando ya hoy estamos jodidos y llenos de raclas; pero en fin, haré lo posible por aguantar aunque no sea más que para joder -es un decir, no lo haría ni regalada- a fulanas como la Villalobos y las de su calaña.

Alzo mi copa por mí y todos los de mi quinta. Los presentes y los ausentes.