He aquí a unos esforzados pioneros en el arte de cocinar paellas. Mi memoria me falla y solo recuerda las figuras, y no todas. El del medio seguro que si la foto estuviera más clara, también lo reconocería. Debe ser el otro cuñado; en esta caso la mujer del dueño, Maricarmen, era hermana de la suya. (Salía despavorida de la cocina cuando la cosa se ponía al rojo vivo y yo soltaba algún mecaguental).