Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

sábado, 8 de diciembre de 2018

CAÍDOS Y RECAÍDAS

Releyendo el post sobre Mundo Amargo, me han venido a la memoria las veces que yo, jinete inexperto e inútil, fui descabalgado violentamente de la montura que me soportaba. Conste que ninguna de ellas dio pie a aquella entrada o salida de pata de banco.