Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

domingo, 3 de marzo de 2019

FORO LITERAUTAS

A pesar de que supone un reto para mí el escribir un relato todos los meses, no por esfuerzo mental sino por vagancia pura y dura, creo que voy a dar por concluida mi participación en el mismo. He de reconocer que he hecho algún lector y hasta algún amigo virtual, pero estos, cuando quieran tienen mi blog abierto para auscultar mis deposiciones gramaticales que casi nunca merecen la pena ser leídas aunque para mí supongan un divertimento.

A lo largo de estos años he aprendido a mentir, no con convencimiento, pero sí mejor que antes. No hay que olvidar que la escritura, hasta la más pura, es el arte del embuste, del engaño, del trueque de birlibirloque y cuantas trampas se le puedan ocurrir al plumilla de turno. Pero hay que reconocer que los hay buenísimos en este arte. Y no me refiero a quienes pasamos sin pena ni gloria por este mundo.

Pero me referiré a quienes cada mes, con mejor o peor suerte y con grandes esperanzas o inmensas frustraciones, enviamos nuestro particular entendimiento sobre las pautas que nos han dado en la dirección del blog. Nunca he juzgado la calidad literaria de ningún participante; no estoy preparado para ello ni tampoco por la labor. Cada cual plasma sus ideas como sabe o puede y ello no debe de ser argumento para escribir una soflama o un panfleto con la extensión en palabras mayor que el propio relato admitido. En ocasiones puede que esté justificado tanto ardor de señorita Rotenmeyer, pero el sentido común, el menos común de los sentidos, lo rechaza.

Luego están las camarillas y tocahuevos, que como en cualquier colectivo los hay. Siempre se ven relatos con muchísimas visitas y otros, como apestados, sin nadie o casi que los visite. Esos tan extensos en visitas, suelen ser casi siempre los mismos visitantes lanzando incienso unos sobre otros, explicando cosas que según ellos el escritor ha querido decir y siendo críticos benevolentes con el autor de marras. Aunque no tenga ni pies ni cabeza el escrito. Para ese viaje, no hacen falta alforjas. Y no es crítica, pero eso suele ocurrir con determinadas gentes de lugares que me pillan lejos.

No hace mucho una de esas lectoras me criticaba por mi vocabulario difícil según ella, peninsular y del interior, para terminar con que era "enrrevesado". Dios que sacrilegio, desde que era un párvulo sé que después de «n» nunca se escriben dos «erres». Pobrecica, y encima dando lecciones. Este mes otro baranda hizo un comentario estúpido, y claro, yo soy como un petardo al que le arrimas una mecha ardiendo. Rara vez este falla.

En fin estamos a dos y todavía tengo tiempo de arrepentirme pero creo que Amilcar y Avempace, a pesar de ser dos antagonistas, en esta ocasión descansarán juntos y bien avenidos. Salut y força al canut. Y vivan Les Falles amics.

PD.- El recuento/recopilatorio de mis posts, con alguna novedad incluida, ya está en Amazon para imprimir. Con este doy por concluida la tetralogía de libros y el contenido del blog, casi todo, salvado en papel. Era mi ilusión. Ite missa est. Alleluia

4 comentarios:

ana palacios dijo...

Delfín, Amilcar, Avempace ¡Qué casualidad! parece que me has leído el pensamiento.
Esta mañana pasaba por aquí y he encontrado la puerta abierta, pero la casa vacía.
Maño, ¡eres como un culo inquieto! Cuando me entero de tu verdadero nombre, te vas. Hace poco descubrí tu segundo nombre de escritor. Unas veces he de entrar por la gatera, otras puedo hacerlo por la puerta. Uf! ¡qué desasosiego!
Me has hecho reír, Delfín. Gracias.
Lo voy a leer otra vez.
Quería saber si me habías contestado al mensaje que te escribí ayer, pero ya veo que tendré que hacer los comentarios sin esperar respuesta.
Ahora tengo ganas de preguntarte por qué pones frases en catalán si eres de Teruel, en fin, es lo que tienen las redes sociales.
Por cierto, tu nieta está para comérsela a besos. Por si te interesa hoy ya no se ve y tus libros tampoco.
Voy a darle al botoncico de"No soy un robot" y termino. Espero no perder tu rastro, pero si ha llegado el momento, como tu dices "Salut i força al canut" (La y en catalán no existe) Jajaja
Un abrazote

Amilcar Barça dijo...

Cuando "inauguré" un blog, o los clausurados, tardé años en que nadie pudiera identificarme ¿sabes porqué? pues porque aquí hay muchos retazos de mi vida que solo a mi interesaban. Era como un diario en el cual quedaba más o menos con el culo al aire. Pero lo escribía para mí. Hoy, considero que quizá sobrevaloré esos episodios y que en todo caso, son míos y los asumo tanto si fueron aciertos como errores. Cuando he cerrado la gatera, ha sido porque mi ánimo no estaba como para tirar flores o porque consideré que alguien estaba husmeando más allá de lo conveniente (y no me refiero a ti). En un día, tuve más de dos mil visitas de Israel a raíz de un post que titulé MEIN KAMPF, más o menos. O sea, Mi lucha, de Hitler, aunque era MI LUCHA y nada tenía que ver con el nazi. Esos nazis sionistas, pusieron patas arriba el blog buscando nazis escondidos tras cada coma.

Siempre contesto a los comentarios, pero como están en los que esperan moderación, a veces entro y no hay nada, -excepto tú nadie dice ni mu-, y otras se me olvida. Yo también volví a tu blog a ver si me habías contestado al segundo ¿o primer? comentario.


Aunque en mi tierra no se habla catalán-valenciano, en Teruel si hay muchos pueblos en la Tierra Baja que lo hablan. Y yo, a los diecinueve años ya estaba por tierras catalanas e hice la mili en Valencia ¡en casa de un teniente general! Adeu reclutes, que la máxima sen va... nos cantaban los veteranos.


Y mi nieta, va a cumplir 11 años ya


No sé que véis cuando entráis, yo siempre veo todo. Y la portada y contra, de mi último y final libro, esta ahí.


Ah y los americanos, también nos espían. salu2 Ana.

Amilcar Barça dijo...

Y por cierto, tengo una casa en el Delta del Ebro, la cual visito casi todos los meses con mi perrita Laika. Adeu

ana palacios dijo...

Todo aclarado. Te felicito por tu tercer libro y te seguiré visitando de vez en cuando, aunque tenga que entrar por la gatera.
Adéu
Dos maños escribiendo en catalán ¡manda bemoles!