Un mar de ideas, cuando no de confusiones, se mezclan en mi mente, a raíz de la noticia de la muerte de una mujer ayudada por su marido. Aquí es dónde me hubiera gustado encontrar a esas Juana de Arco liberadoras de tiranos sin corazón que las maltratan, humillan y por fin, asesinan.
Confieso que la presentadora de las mañanas en A3 me cae fatal; no, lo siguiente. Hoy, una vez más, ha dado muestra de la catadura moral que encierra; pero no solo ella, la emisora también. Cuando al hombre/ayudante de proporcionarle a su mujer la muerte, le ha preguntado lo que solo gentuza como ella son capaces de realizar sin ruborizarse: "¿Lo ha hecho por propaganda electoral?" Qué hija de puta.
Crítica que hago extensiva a ese individuo, pues al conceder la entrevista, ha perdido para mi el respeto que debería tenerle. La eutanasia debería ser explicada y entendida como una acción a la que todo enfermo terminal debe tener derecho. Con toda seguridad él no buscaba protagonismo en la noticia, pero es mejor alejarse del fuego si hay riesgo de incendio.
Esa situación de enfermedad crónica degradante, progresiva e invalidante, la sufren muchas gentes y quienes les rodean; en silencio, sin ayuda de esas aves de mal agüero ni de las instituciones, que bastante tienen con robar a mansalva y dejar limpio de dinero y lleno de mierda todo cuanto tocan.
Habían solicitado una residencia que les fue denegada. Sobre el denigrado marido/hombre, recayeron todos los cuidados que ella necesitaba. Hasta que ambos puestos de acuerdo, han puesto fin a un drama que nunca debía llegar a esos extremos. Cuando la persona alcanza ese nivel de incapacidad y sufrimiento, no debía ser condenada a padecer, sin otro fin que llegar convertida en un guiñapo al punto de no retorno, por mucho que unos sepulcros blanqueados en nombre de no se sabe bien qué lo prohíban. Como si ellos fueran quienes tienen en su mano la verdad y la justicia y la potestad de dirimir entre lo que debe hacer o no, el resto del género humano.
Esa chusma, demuestran un día sí y otro también, que no aman a sus semejantes. Que pretenden "curar" a enfermos que la naturaleza equivocó, mientras abusan de ese mal que pretenden liberar.
De esa maldita enfermedad, fallida en su diagnóstico pero no en sus consecuencias, llevo preso casi cuarenta años. Pero soy un cobarde al que gusta ver salir el sol y que no cree que una vez muerto exista nada por mucho que el ser humano -¿cuál, el simio que evolucionó o solo nosotros, de dos mil años para acá?- pretenda engañarse a sí mismo. Aguantaremos un poco más siempre que sea posible.
4 comentarios:
Hola de nuevo, Delfín.
Hoy en tu blog voy de emoción en emoción. Creo que he entendido bien, pero me gustaría que no fuera así.
No te enfades tanto, amigo, no beneficia a nadie la "mala leche" que esto genera.
Ciertamente a todos nos dejó tocados la noticia de la que tú hablas, y sí, tienes razón en que los periodistas muchas veces no están muy afortunados y van a lo que van, pero vayamos al hecho en sí. Yo sí que creo que se ha hecho en estos momentos porque era muy propicio para que los políticos hagan algo y eso no le quita ningún valor, cuando más ruido haga mejor, para que se comprometan quienes deben hacerlo.
Busca la parte positiva, siempre la hay. Te lo dice una paisana que te ha cogido afecto.
Un abrazo y mis mejores deseos.
Gracias por tu visita. Todo cuanto tenía que decir sobre el tema, lo dejé escrito. Un abrazo.
Estimado colega,
En un principio pensé enrrollarme, cosa que hago a menudo. Prefiero darte este enlace, https://www.infolibre.es/noticias/opinion/plaza_publica/2018/05/10/eutanasia_apunte_para_una_reforma_constitucional_82577_2003.html
Está dicho todo
Un abrazo y salud
Luis Javier, como dije a Ana anteriormente, ya expuse mi pensamiento sobre el tema.
He leído el enlace que me sugieres, que va en la misma dirección. Un abrazo y salu2
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