Viéndolas mentir
descaradamente, manipular, tergiversar la verdad u ocultarla sin empacho y sin
inmutarse, me lleva a pensar en lo desagradable de su función. Porque ¿Esta era
la meta que perseguían al pedir o exigir la igualdad con el hombre?
Yo a un tío como Naranjito
o Sánchez o Iglesias o el pperro o incluso vox y toda la caterva de
abrazafarolas que les circundan, lo mando a tomar por culo y me quedo tan a
gusto. Lo llevan en los genes ser traidores, mentirosos, ladrones, delincuentes
y muchas cosas más, pero ver a Arrimadas, Lastra, Montero, las antepasadas
incluidas las lideresas - no quiero olvidarme de la ministra Calvo y de todas las actuales y anteriores que mienten/ían como bellacas- y toda la caterva de abrazafarolas que las rodean,
cuando mienten con total desparpajo, te deja cohibido. No es lo mismo llamarle cabrón a
un político con todo el merecimiento que el equivalente a una fémina que puede
que se merezca el piropo con más motivos que él.
Es injusto. Deberían
firmar de antemano un documento en el cual aceptaran los mismos insultos que
sus compañeros por los mismos motivos sin alegar que estos se emiten desde una
actitud machista, exclusivamente por ser mujeres.
Machismo o no, cosa
que me trae sin cuidado, me da pena ver a esas mujeres haciendo de hombres, qué
digo, haciéndolo mejor que los hombres, pero no el bien, sino las más
deshonestas actitudes en un ser humano.
Hoy se lee en los
periódicos que C’s considera un éxito, por la atención y divulgación mediática
del hecho, el follón que montaron el día del desfile Gay en Madrid. Arrimadas,
la de carita bonita a la cual parece que da pena cagarse en su padre, montó el
pollo con premeditación y alevosía, y eso, no se puede permitir. A ella ni a
nadie.
Y es que mentir en política, es tan lucrativo....
Es Mi Discutible Opinión
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