Y nos van a privar de la utilización de una palabra que define a gran cantidad de individuos que les viene como anillo al dedo o remolacha al culo el calificativo. O eso creen en la RAE, porque utilizaremos, de ser necesario, artillería pesada contra esos mastuerzos. Y en loor a la justicia, hagamos extensiva la aplicación a todo el género humano sin excepciones, pues vista así, parece que solo al género mas culón o mas culino, ha de serle aplicada. Mas culonas, digo mujeres incluidas, mastuerzas, que como las meigas, haberlas haylas.
A la mente me viene toda la casta de descastaos, mastuerzos
y mastuerzas, que pueblan, invaden, parasitan y enferman la vivencia colectiva
de la nación. Esa jauría de políticos, inactivos o no, que tienen parasitada a
la sociedad; caparras chupasangre explotando nuestros impuestos de todas las
formas imaginables; gentuza que se mete a la política no para ganar
honradamente un sueldo y ayudar al progreso de sus conciudadanos sino para
esquilmarlos de todas las formas y maneras posibles. O sea, para hacerse ricos,
como el ex de tantas cosas Zaplana, hoy dicen que enfermo, pero disfrutando de
los millones robados, en las playas de Benidorm. ¿Y qué decir de otro ladrón de
pro, el hijo del nada honorapble Pujol?
Y cada día nos dan más muestras y motivos para apoyar
cualquier tipo de modificación del status social asentado. Por las buenas o por
las malas. No hay duda de que quienes instalados en vivir a cuerpo de rey, sin
hacer esfuerzos ni para cagar, o aquellos que desde la sombra roban cuanto
pueden al estado y luego se llevan el producto de su “trabajo” a paraísos
fiscales, todo esto les va bien, muy bien. Esos, no dudarían en masacrar por
las malas a cuantos, por las buenas, intentaran bajarlos del burro.
Las últimas elecciones han hecho emerger con virulencia
todas las contradicciones, mentiras, intereses, ruindades de esa clase de
mastuerzos y mastuerzas. Todo lo hacen por nuestro bien, pero no gobiernan, no
solucionan los problemas cotidianos, o no tanto de los ciudadanos. Enfrascados
en el “y tú más”, solo son perros rabiosos que con el trozo del pastel más
grande o las migajas, qué de todo hay, se dedican a amenazar a quien se obceque
en intentar darle un bocado a la tarta del contrario. Mientras tanto, nosotros
mirando el eclipse lunar o al dedo que lo señala.
Es Mi Discutible
Opinión.
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