Están
echando en Aragón TV, la injusticia que en su momento las oligarquías que
dominaban España a fuego y muerte, consumaron contra un pueblo de la provincia
de Huesca, llamado Jánovas.
El 14
de abril de 1951 se encargó a la empresa Iberduero (actualmente Iberdrola) un
proyecto hidroeléctrico en el valle del Ara que como resultado inundaría los
pueblos de Jánovas, Lavelilla y Lacort entre otros. Todas estas localidades y
terrenos pasarían a formar parte de la propiedad de la Confederación
Hidrográfica del Ebro (CHE), que destinaría parte de esa agua a la comarca de
los Monegros.
A
principio de 1960 aunque no habían aún comenzado las obras del embalse,
comenzaba la expropiación de las tierras y casas de los habitantes del pueblo.
La resistencia de algunos habitantes llevaría incluso al dinamitado de sus
casas.
Ante la
negativa del gobierno de Huesca de cerrar la escuela mientras hubiera escolares
en 1966 el estado nacional dispuso retirar de la escuela por la fuerza a todos
los profesores y escolares. La empresa con ayuda del gobierno continuó arando
los campos, talando los frutales y olivos, destruyendo las acequias y
finalmente cortando la luz y el agua. La mayoría de los habitantes decidieron
finalmente marcharse principalmente a Zaragoza, Barcelona y Barbastro y para
1984 se desalojó el pueblo definitivamente. Wikipedia en negrita.
La
provincia de Huesca, ha sufrido el expolio de sus valles a consecuencia de
tener los Pirineos allí. No dudaron los dictadores en inundar puebles enteros,
hasta hacerlos desaparecer para conseguir sus propósitos, inconfesables la
mayoría de las veces, las hidroeléctricas a la cabeza sin olvidar a los grandes
terratenientes oligarcas expoliadores y ladrones de la dictadura en primera fila.
Hoy
este pueblo, poco a poco, está resurgiendo de sus ruinas, dinamitado por los
hijoputas de la dictadura, como Ave Fénix que se niega a desaparecer por culpa
de la ignominia avasalladora. Sus gentes, lo están reconstruyendo y han vuelto,
la mayoría, a recuperar sus antiguas posesiones.
Mi
pueblo, Peracense, también es aragonés. Pequeño pero valiente, según reza la
jota del mismo nombre de mi parienta Sagrario. La gente, junto con el
ayuntamiento y sus diferentes ediles, está haciendo esfuerzos monetarios muy
importantes para mantener la belleza exterior del mismo. También sufrió el
tremendo trauma que supuso el cierre del ferrocarril minero, obligando a muchos
de sus habitantes a marchar a diferentes lugares.
Hoy,
la restauración del castillo en el cual nos divertíamos los chavales de mi
época buscando nidos o arrojando piedras de las murallas, le ha dado nueva vida
aunque, todo hay que decirlo, la inexperiencia o la codicia cuando no la
vagancia de los diferentes gestores hosteleros, no está poniendo de su parte lo
que de haber gestionado la restauración con oficio, interés y ganas de
currárselo pudo haber conseguido.
Por
mi parte, viendo el reportaje, me ha surgido el sentimiento que embarga a los
habitantes y descendientes de Jánovas: Jamás hubiera perdonado a quienes sin
tener para nada en cuenta a sus habitantes, nosotros, nos hubieran obligado a
abandonar nuestras casas, humillar a sus habitantes y sin ningún pudor ni
honestidad, algo de lo que carecen los políticos españoles, hubieran
gestionado, salvaguardando los intereses inconfesables de unos hijos de puta
fascistas y capitalistas, en contra de los legítimos dueños pobladores
ancestrales del territorio.
Y si suena, sueña
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