Ayer, me ofrecieron presentarme en una candidatura para las
próximas elecciones. Esta noche he tenido pesadillas horribles. Unos guardias
civiles con mostachos enormes venían a buscarme a casa. Yo, acojonado, les
preguntaba qué era lo que había hecho. Uno de ellos, el de cara más fea, me
respondía enseñando unos dientes negros por exceso de limpieza y tabaco:
–De momento señoría, no ha hecho nada; por eso estamos aquí,
para evitar que lo haga.