Se llama Teodora. Le tocó
vivir la guerra y la posguerra, cuando los hombres de su edad habían desaparecido o casi.
Se casó con un mozo cuatro años más joven que ella, pasados los treinta y dos.
Nada que otras mujeres de su edad no vivieran en aquellos años, cuando los
hombres se pasaron entre guerra civil y mili, siete años sin volver a casa. (El
que volvió).