Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

domingo, 2 de junio de 2019

UN PUTO VIEJO

Sí, soy un puto viejo, aunque la generación de mi madre todavía considere que no lo soy. La puta Villalobos, -¿a qué fin se escandaliza ahora usted lector/a  y no cuando me he definido a mí mismo con ese adjetivo?-, después de haber saqueado entre ella y su marido las arcas del estado, considera que sobre todo los pensionistas con la pensión máxima, lo que deberían hacer es morirse cuanto antes para liberar recursos de la seguridad social o de quien coño sea el pagador de las pensiones. Todo menos tocar sus privilegiados ingresos o planes de pensiones, aunque mejor sería decir sus recursos en paraísos fiscales, que de eso saben mucho los "demócratas capitalistas" españoles.

A un año de que fueran desalojados del gobierno, ninguno ha pisado la cárcel y todos sus latrocinios, siguen impunes.