Siempre
nos han contado el relato, criminalizándolo, de que el anarquismo era un
movimiento de izquierda extrema que en sus fundamentos ostentaba la aniquilación
de cualquier orden que pudiera regir a la sociedad dentro de los parámetros y preceptos
que significaran regulación de las normas de convivencia en la sociedad.
Disciplina, obligación, sumisión a la jerarquía, etc.