Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

jueves, 26 de septiembre de 2019

TIOVIVO

Hace mucho tiempo que me rondan ideas descabelladas por la cabeza; incoherentes, ya lo sé, pero genuinas, fruto de mis propias dudas e incertidumbres. Que yo sepa, nadie, nunca, ha explicado sus pensamientos en estas encrucijadas.