Esta fábula, es tan vieja como la civilización griega, aunque es más conocida desde la época romana. La escuché estos días y mi memoria recordaba algo de mis tiempos escolares. Unos la atribuyen a Esopo y otros, con más rigor, a otro u otros. O sea, su paternidad, es muy difusa. Es muy bonita y aunque me he esforzado en buscar un ejemplo que la sustituya, no lo encuentro. No quiere esto decir que no existan casos similares, no los recuerdo. Podría ser análoga a la de la hormiga que muerde al cazador en un pie, cuando éste se dispone a disparar sobre una paloma. O una inversa cuando un escorpión, alacrán en mi tierra, pica y mata a una rana que le está ayudando a cruzar el cauce de un rio.