Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

viernes, 9 de octubre de 2020

Reflexiones de un escritor fracasado

 A pesar del título, no puedo considerarme un escritor fracasado porque nunca he sido escritor. Mal puede uno fracasar en una empresa que nunca ha emprendido.

Quienes hemos participado en la web de Literautas y ahora lo hacemos en Café Literautas, EMDO es porque en casa no nos escuchan. Reunidos consigo mismos, los aprendices de escritores o más bien quienes tienen alguna inquietud y posiblemente les causa vergüenza exponerla, se ponen, nos ponemos, delante del teclado del mismo modo que el lobo aúlla a la luna llena. En muchas ocasiones, para expresar nuestra frustración.

Somos conscientes de que excepto a nosotros mismos, lo que escribimos no interesa a nadie. Yo he editado en Amazon casi todo el contenido del blog y otras historias e histerias. Bien es verdad que lo he hecho para deleite propio, pero la respuesta la he obtenido en casa; lejos de ensalzar lo expuesto, he tenido que soportar las críticas o el ninguneo. Unas veces al rey no le gusta que los demás lo desnuden y otras, "cosas del abuelo". Nadie es profeta en su tierra.

Así que mes tras mes, seguimos participando en la web con nuestros escritos, los cuales creemos merecedores de un Pulitzer o un Planeta, por lo menos. Pero al final, nos encontramos con que nuestr@s compañer@s participantes, con una gran delicadeza nos dicen que nuestro relato es fantástico; en realidad usamos exceso de botafumeiro para compensar la hiel casera. Todo menos decirnos "ala maj@, dedícate a otra cosa y deja el sitio a otr@". Como en el chiste del metro.

En fin, he de reconocer mi inutilidad para escribir excepto cuatro paridas sin ton ni son, pero me agarro como un clavo ardiendo a lo que dejó escrito el señor Quevedo, que este sí que sabía lo que se hacía con la pluma (ojo, que era un putero): "ande yo caliente, y ríase la gente".

Como epílogo, hacer una reflexión sobre la gente que entra a este blog: según las estadísticas, son visitadas cientos y a veces miles de páginas. No sé si con la intención de leer o de copiar, pero ninguno deja un comentario de aliento. Para críticas, mejor calla2.


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