Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

domingo, 1 de marzo de 2020

MELODRAMA


Compadres y compadresas, confieso con soberbia, la humildad queda para los débiles, que somos, no lo diré con sus letras pero son ustedes y ustedas sumamente inteligentes para entender –no tienen por qué asumir mis derroteros- lo que deseo expresar y dejo traslucir entre etéreas líneas.