Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

lunes, 30 de marzo de 2020

¡¡ARRIBA, ESPAÑA!!

Cuando esta España asolada y arrasada por esta maldita enfermedad que está diezmando a las generaciones que tuvieron la desgracia de padecer la traición de unos militares que lejos de servirla, como habían jurado, la diezmaron en las gentes más jóvenes y humildes, es la hora y el momento de arrebatar a los herederos de aquella insurrección tanto el grito y la bandera, que han tomado como suyos sin respeto ninguno al resto de españoles.

Debemos, sobre todo quienes sufrimos los efectos directos de aquella particular catástrofe, impedir que esos traidores y sus herederos, sigan tomando el sacrosanto, -ninguna connotación a la que ellos de una forma intolerable emplean-, nombre de España y su bandera.

No podemos consentir que la sangría de quienes dieron su vida, esta sí, por engrandecer la nación con su trabajo, sacrificándose por sus familias, estén acabando su vida en la más completa indigencia moral, muriendo como perros aislados y rabiosos en la cama, en el mejor de los casos, de cualquier residencia u hospital sin el consuelo de tener a sus allegados a su lado en el momento de partir. Y lo que es todavía peor, impidiéndoles honrarlos con sus lágrimas y abrazos. Hechos estos, comprensibles pero no asumibles.

Mucho menos podemos consentir que esos que nos arrebataron el Nombre de la nación, su enseña y su himno, sigan apropiándose de ellos, porque precisamente en esta hora de carencias, lúgubre y de lágrimas contenidas, lejos de asumir el  rol que todos estamos obligados a soportar, se dedican a enmierdar sin aportar ni siquiera un gramo de piedad y sentido común a la tarea de hacer más llevadera esta pesada carga.

Por ello, españoles que estáis/estamos en la lista de espera, al igual que hicieron ellos en el siglo pasado, rebelémonos, y arrebatémosles tanto el nombre de España como el grito que siempre han empleado para ocultar sus villanías.

¡¡VIVA ESPAÑA!! ¡¡ARRIBA, ESPAÑA!! Que ni el virus ni estos desalmados acaben con nosotros.