Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

viernes, 15 de mayo de 2020

EL PRINCIPIO DEL FIN

Cuentan que un abuelico tenía una finca de olivos junto a un camino y el que menos olivas cogía era él. Ante las requisitorias del sr. cura para hacer un cementerio nuevo, pensó: Voy a donar el huerto para el cementerio, total, nunca recojo olivas porque me las quitan. El día de la inauguración, el cura agradeció el gesto y le cedió la palabra al abuelico. Y les soltó esta filípica:"Todos habís comido olivas de estos olivos, lo que nunca pensastis es que vendríais a dejar los huesos aquí".

Cuando he comenzado el post llevaba en la cabeza el contenido; entre unas cosas y otras, he perdido el guion por el camino . Si lo recupero, seguiré.

Es posible que el nexo de idea y escrito estuviera en la palabra TODOS, empleada en el comienzo del libro y en el cuento del abuelico. A continuación.

A TODOS, cuando entramos a trabajar en esta empresa, (GM) se nos apareció la Virgen; sin embargo, algunos, ni hartos de coca o nadando en un trujal, pudieron imaginar que se acostarían con ella. Ni por calidad humana ni por capacidades técnicas, se lo merecieron.

No logro recordar qué relación tenía, que la había, la introducción con el contenido principal. El título también debía servir de guía, pero ambos se han perdido. Son preocupantes, para mí, estos lapsus de memoria. En fin, otra vez será. Creo era sobre el nuevo libro.

En cuanto al título, también está relacionado con un post que figura en el blog y he transcrito al final del libro: Hoy es el comienzo del resto de mi vida. ¿Acaso alguien duda que hoy, o mañana, o pasado, será el comienzo del resto de su vida? En fin, hay días que no está uno para nada.