Motivado por las condiciones de un concurso que exige que la participación sea en forma de ensayo, literario claro, busco en mister google la definición del susodicho ensayo y me percato con extrema sorpresa que yo, a lo largo de mi vida, no he hecho otra cosa que ensayar. Nada de prueba error, no, llegaba al error sin haber empezado la prueba.