PRIMER CONCURSO PARA MALOS ESCRITORES
Hay que joderse, hay gentes que son la ostia. Para una mierda de premio que será imposible o más conseguir que si fuera el clásico otorgado al amiguete o al que le han realizado el encargo, nos sueltan un rollo en la convocatoria, eso sí con mucho humor porque hace falta echarle humor o más morro que el oso hormiguero, que ni que fuera el planeta, y total por cinco céntimos que ya no te los aceptan ni los que piden limosna. Estos te miran con cara de asco y te sueltan un “Gracias potentado”, e incluso a veces mascullan entre dientes un “vete a la mierda” que no se molestan siquiera en disimular por si te enteras o seguramente para que lo hagas. Yo, si veo cinco céntimos en el suelo, primero miro alrededor por si algún conocido está pendiente de lo que hago y me ve agacharme a recogerlos. Luego propalaría por toda la comunidad que el vecino del quinto ahora se agacha no a recoger papeles sino monedas de cinco céntimos que previamente han arrojado para humillarme.
En escritores.org
PD.- Esta mañana en el parking de Mercadona, he visto en el suelo una moneda de cinco céntimos. ¿Qué hago? Con temor por si alguien me veía y pensaba que era un pobre de solemnidad, lo cual es cierto, me he agachado y la he cogido. ¿Y si por despreciarla, la diosa Fortuna me castiga y no me toca la Loto nunca jamás? Oye, por si acaso. Al menos tendré la seguridad de que no ha sido por despreciar una humilde moneda.
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