ADJETIVO
persona] Que no es responsable, por edad, capacidad u otra circunstancia.
"el Rey no es responsable política, civil y penalmente, su persona es inviolable e irresponsable"
[persona] Que obra o toma decisiones sin considerarse responsable de lo que hace.
¿Qué se puede esperar de los habitantes de un país cuándo el jefe del estado es un irresponsable? En este caso concreto, no solo es lo que dice la ley, con su conducta ha hecho bueno el enunciado.
La pandemia que estamos padeciendo, nos ha demostrado la irresponsabilidad de la mayoría de los políticos aunque algunos lo han sido de manera clamorosa. La región española con más muertos en los geriátricos es Madrid, regido por una caterva de irresponsables que debieran rendir cuentas ante la ley. Sin embargo, lejos de mandarlos a casa o a la cárcel que es donde debieran estar, los ciudadanos, otros irresponsables, les han dado mayoría absoluta para que sigan delinquiendo y atiborrándose de cerveza.
Hoy he visto a un periodista, de la cadena de los curas, poniendo a caldo a todos los ciudadanos y políticos. Afirma que han muerto más de ciento treinta mil personas del coronavirus, pero lejos de apuntar directamente a ese gobierno mafioso de la autonosuya madrileña, ataca genéricamente a los políticos con lo cual incluye a los que han hecho lo que han podido e incluso lo han hecho bien.
A continuación están los irresponsables generacionales: los jóvenes y las jóvenas. Aquí sin duda pasa como en el resto de circunstancias y poblaciones. No lo son todos, pero como hay tantos metiendo tanta bulla y saltándose a la torera las normas que buscan la protección sobre todo de los más mayores, pues acaban pagando justos por pecadores, metidos todos en el mismo saco.
Para corroborar esta afirmación convertida en hecho irrefutable, solo faltaba el contagio masivo surgido de los viajes de fin de estudios, emulando a los borrachos ingleses, a o en Mallorca. Han caído por tierra las estadísticas favorables que dieron lugar al levantamiento de restricciones, la consecuencia será cerrojazo otra vez a la libertad de circulación. Los dueños de bares, restaurantes y hoteles, lloricas como buenos empresarios, solo se preocupan de hacer caja sin prever las consecuencias de la irresponsabilidad de la que también han sido y son partícipes.
¿Y qué decir de la epidemia de irresponsabilidad de conductores de patinetes y bicicletas? Clama al cielo. De esto son responsables los políticos que lo permiten, el anarcocapitalismo que los ha lanzado y los conductores. Normalmente, estos últimos, gente joven que circulan por las aceras como si los persiguiera el diablo, sin respeto a las normas ni a los peatones, que alguno ya ha sufrido las consecuencias del atropello de estos incívicos gaznápiros. Y no se conforman con ir uno por vehículo, que va, dos a veces; para más inri, siempre hay algún irresponsable que lleva a su hijo/a montado con él (a riesgo de ser tomado por racista, cosa que me la trae floja, una pareja de chamos circulaba feliz por la acera cada uno con su patinete. Él, llevaba a una niña pequeña a bordo). Luego abandonan los vehículos donde les sale del culo, y nadie les dice nada. ¿Para qué coño sirve la policía local? ¡Ah, sí! para controlar a los automovilistas.
Esta imagen está captada esta mañana cerca de donde yo vivo. Tanto la moto como la bici, son del anarcocapitalismo.
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