Esta noche he visto en La 2 de RTVE un reportaje, extenso, sobre el periodista. Lógicamente los oyentes o videntes de un/a periodista raramente nos informamos o fijamos en el personaje que escuchamos o miramos. Bueno fijarnos, en mi caso, si que lo hago cuando la persona que en ese momento se asoma a la pantalla es decente y guapa. Si no es ninguna de las dos cosas, para denostarla e impedir caer en el error de sintonizar nunca más esa cadena o emisora. Hay programas presentados por indecentes, basura pura y mierda cloaquera, sobre todo en las cadenas privadas propiedad del anarcocapitalismo.
No glosaré ni haré hincapié en la vida periodística de Iñaki. Desde el 23 F, bien en TV o la radio, lo hemos tenido presente. Sí ha habido un pasaje del reportaje que me ha llamado la atención y la emoción: Ha sido cuando rodeado por el Orfeón Donostiarra, los miembros han interpretado la canción Maite. Sus ojos se arrasaban de lágrimas y a mí me ha transmitido la emoción por ese nombre tan amado y la circunstancia de su pérdida.
Miro en Wikipedia, y descubro que su esposa murió dejándole con tres niños pequeños. Una tragedia para el matrimonio y los hijos de la que como mencionaba antes, los oyentes y telemirones raramente nos preocupamos. Con posterioridad se volvió a casar con su actual esposa, la cual como es lógico debió armarse de valor y amor para conseguir que aquellos, ya no tan niños, la aceptaran y quisieran.
Maite, yo no te olvido.......
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