Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

martes, 8 de febrero de 2022

SOMOS TONTOS, ADEMÁS DE VIEJOS

 Soy mayor, no idiota.

Hoy ha tenido gran repercusión mediática la presentación en Hacienda de más de seiscientas mil firmas para obligar a los bancos a mantener los cajeros y las oficinas bancarias, sobre todo en los pueblos, abiertas a las personas mayores. Una de esas firmas, llevaba mi nombre.

Es de justicia, si no divina, que no existe o tiene un ojo destapado, que la humana obligue a esas entidades mafiosas anarcocapitalistas, a atender a los mayores de los cuales se nutren financieramente. Es intolerable que en tanto los bancos se dedican a subirse los sueldos en las cúpulas, al mismo tiempo se dediquen a cerrar sucursales y no contentos con eso, en las que permanecen abiertas tienen unos horarios cerrados para atención al público aunque los operarios estés tocándose los huevos o la figa.

No es de recibo que obligatoriamente nuestros dineros tengan que ir, sí o sí, a un banco. Y que luego para disponer de ellos, en metálico, te limiten o constriñan los horarios para poder disponer de ellos. En mi caso, puedo considerarme un privilegiado. A través de internet, controlo los ingresos y pagos de mi cuenta, pero he de reconocer que si deseo o debo realizar alguna operación en un cajero, distinta a pasar sin más la libreta, la operación me viene grande.

Mi madre con 92 años o mi suegra con 102 ¿están capacitadas para operar en internet? ¡Qué burla! Ellos, esa mafia anarcocapitalista que rige los bancos, se está forrando a nuestra costa como usuarios y como ciudadanos que pagan sus impuestos. El Estado, la mierda de políticos que lo exprimen, han regalado a los bancos miles de millones y siguen en ello. Gentuza que solo usan los resortes del poder, BOE, para esquilmar las arcas públicas.

¿Cuántos miles de millones regaló el cabrón de Rajoy a la banca y que al Estado, los contribuyentes, no nos iba a costar ni un céntimo? ¿Cuántos nos costó el recate de la banca? ¿Cuántos nos va a costar ahora el rescate del banco malo, la SAREB,  del cual se han lanzado como buitres carroñeros para exigir unas pérdidas millonarias ficticias pues no han invertido ni un céntimo? ¡Ah claro, pero han dejado de ganar!

En tanto que las cúpulas de las empresas anarcocapitalistas cobran, que no es lo mismo que ganar, millones, esos mismos hijos de puta se niegan a que a un obrero se le suba el salario mínimo 35 euros al mes. ¿Justicia? ¡Y una mierda! Se necesita, a nivel mundial, una revolución en la cual la guillotina haga horas extra para liberar al mundo de tanto parásito como viene soportando la ciudadanía de forma estoica. O que un asteroide borre a esta raza  ¿humana? de la faz de la Tierra. Aunque dudo que de otra evolución de las especies surgiera algo distinto. La vida en este planeta, se basa en la destrucción entre especies y entre la misma especie, no hay ley que prevalezca que no sea la eliminación del prójimo.

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