Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

miércoles, 11 de mayo de 2022

KILLERS

No hay duda de que la manipulación informativa y los intereses espurios de quienes amparan esos delitos nos acercan o alejan de la verdad. En este caso, tenemos a Ucrania con toda la razón, como espejo de la cotidiana realidad, pero no es menos cierto que existen otros lugares y naciones del mundo donde se asesina con crueldad manifiesta e impunidad total, es el caso del estado judío. Allí, los derechos humanos brillan por su ausencia. Solo parecen tenerlos los judíos, lo cual es inaceptable. Una nación, la palestina, está siendo asesinada y sus derechos y sus bienes arrebatados por la fuerza y la muerte a manos de los sionistas.

Hoy han asesinado a una periodista de Al Jazeera de un tiro en la cabeza. No le ha valido de nada la identificación como tal, era el blanco perfecto y además, árabe. Como en el caso del español Couso, era un testigo molesto que había que eliminar. Como en el caso del español Couso, su crimen, a manos de los defensores de la libertad, quedará impune. Somos ganado, borregos, felices de que el anarcocapitalismo nos alimente, alienados, para después acabar en el matadero.

No hay ningún gobierno ya sea judío, ruso, chino, norteamericano, filipino, moro, árabe, o del Amazonas, europeos incluidos, que no se mueva en esas coordenadas sin olvidar los africanos con Guinea Ecuatorial a la cabeza. O el moro.

Con posterioridad, cuando sacaban del hospital el féretro de la periodista, en el cual había permanecido dos días, la policía sionista se ha liado a golpes contra los asistentes en una muestra más de los crímenes que diariamente cometen con total impunidad contra la población palestina. A los demócratas americanos, made in usa, les gusta entretenernos con otros saraos en los que los inocentes pagan la desfachatez, criminalidad y falta de escrúpulos del anarcocapitalismo. Los palestinos no importan. Ni los saharauis.







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