Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

martes, 28 de junio de 2022

CENIZOS

Gafes. Recuerdo de mis tiempos en activo, que la gente ponía en los cristales de la oficina los más variopintos letreros, pegatinas o fotocopias. Una en concreto, me hizo gracia y recuerdo rezaba así: "hoy hace un día magnífico, verás como viene alguien y lo jode". Tal aseveración se cumple demasiadas veces, lo contrario, no se cumple nunca.

Más o menos lo que me está ocurriedo a mí. Me vine al pueblo solo, huyendo del mundanal ruido y la canícula adelantada y un bicho que en mis ya decadentes años no había visto jamás, nos esta haciendo la pascua, jodiendo. Cómo y dónde lo hemos hospedado, es un misterio; por más vueltas que le doy al magín imaginando tal evento, no hallo respuesta. Un/a puto/a pulga o una legión pues no la he visto, me ha acribillado en la cama: brazos, espalda, culo... y lo malo es que luego hay momentos de desazón inaguantable por el picor.

No logro encontrar un argumento o explicación que me satisfaga o justifique. Laika no se ha juntado con ningún perro, le he puesto la pipeta precisamente anti garrapatas -aquí las llamamos caparras-, pulgas, mosquitos, etc. y sin embargo, se ha visto asaltada por esos bichos y de ella han pasado a mí. Es la única posibilidad que me convence, aunque puede ser al revés, pero lo dudo.

Pedí a Amazon un collar y un líquido para fregar el suelo y matar los posibles huevos que hayan dejado. El sábado lavé la ropa de cama y su cama. Hoy me he levantado antes de las ocho y he puesto la lavadora en marcha. TODA la ropa de mi cama, funda del colchón incluida. Idem la de Laika y luego he fregado el suelo de las habitaciones con el líquido anti pulgas. Todo el día pringado entre poner lavadoras y tender ropa en el corral. Un palizón, sobre todo con el colchón, se me apoderaba para poder manejarlo al quitarle y ponerle la funda. Menos mal que ha salido un día magnífico y soleado y todo ha estado listo para dar servicio por la noche. 

Esperemos que no venga un bicho de esos y me joda la noche. Todo limpio, hasta yo, que me he duchado. No hubiera sido lógico, el cansacio me tentaba, meterme en la cama limpia y yo sudado.

Esto demuestra que, esperando pasar buenos y tranquilos días, el más insignificante de los crápulas perrunos puede joderte no solo el día sino el verano. Si no consigo eliminarlas, me vuelvo a Zaragoza, aunque allí también hay chinches y caparras. ¡Ah! y el puto virus en no se cual variante ya, está circulando por el pueblo, hay gente contagiada. Lo que me faltaba, venir aquí a pillarlo después de tres años capeándolo. Toquemos madera, aunque me conformaría con una buena cama.

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