Antiguamente, no sé si ahora también, en los carteles, que no cárteles ¿o si?, de las corridas de toros se anunciaba como "con permiso de la autoridá y si el tiempo no lo impide" se celebraría una fabulosa corrida de toros, 6 toros 6, de la famosa, acreditada y todos los rimbonbantes títulos habidos y por haber, propietaria de los toros que iban a ser toreados y sacrificados.
Ahora, las corridas de toros han devenido en una menor divulgación y realización debido a la presión de los defensores animalistas, a pesar de que los políticos ultramontanos han arrebatado la montera a los toreros y se han puesto al mundo, ciudadanía, por idem.Pero lo malo no es que a los toros los defiendan, cosa que me parece estupenda pues no deja de ser un asesinato con premeditación y alevosía, el problema es que han tomado a la ciudadanía como conejillos de indias y les importamos una mierda, sobre todo a los ultramontanos, y quieren vernos como a los pobres toros, llenos de banderillas, sangrando de tanto puyazo, para dar la estocada final o la puntilla, a sus enemigos políticos en nuestra querida testuz o nuestros cuernos, que tampoco les importa demasiado.
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