Si la humanidad no acaba con el anarcocapitalismo y los anarcocapitalistas, estos acabarán con ella. Todas las tribulaciones por las que hoy atraviesa el mundo, tanto físico como humano, provienen de esos individuos, que son muchos, cuya meta es poseer todos los bienes materiales, los espirituales se la traen al pairo, que sobre la tierra existen o puedan existir en el futuro.
Unos invadiendo territorios sin importarles las víctimas que ello pueda ocasionar. Otros, pensando en hacerlo. Los más, haciendo lo posible por acumular riquezas aunque ello acarree la pobreza y la hambruna del miles de millones de seres humanos.
Tenemos una crisis energética y climática que está poniendo al descubierto no ya las flaquezas del sistema sino las vergüenzas del mismo. Las empresas energéticas, acumulando millones a costa de los usuarios con unos resultados económicos vergonzosos pues se basan en el expolio de los consumidores, no en unos beneficios legítimos, se niegan a arrimar el hombro, amenazando con recursos judiciales sin fin para evitar aportar al erario público un pequeño porcentaje de esos beneficios extraordinarios, basados, no olvidarlo, en el incremento ficticio de unas materias primas artificialmente incrementadas en su coste.
¿Qué decir del precio de la botella de aceite de girasol? Con unos precios de juzgado de guardia, los supermercados -y cualquiera que tuviera algo que vender- inflaron artificialmente el precio hasta ponerlo por encima del aceite de oliva, cuando ellos lo tenían almacenado y no les había costado un céntimo más. Le echaron la culpa a la guerra de Ucrania, pero la cosecha del año pasado, a la venta, ya la tenían acopiada.
No importa el régimen político "reinante", todos son iguales y tenderán en mayor o menor medida a defender los "derechos" de las multinacionales, o nacionales, anarcocapitalistas, obviando a los millones de ciudadanos a los que se deben y que solo con la boquita pequeña dicen defender.
Solo un meteorito puede finalizar esta aberración. O los chinos y los rusos junto con los americanos. Están en ello.
En definitiva, todos ellos son anarcocapitalistas, aunque se llamen comunistas. (O algo así).
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