Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

martes, 13 de septiembre de 2022

SEGUROS INSEGUROS

Desde dos mil diecinueve estuve, creo que decir pagando sería lo correto, un seguro para el coche y otro de hogar. Un magnífico negocio para la empresa ya que afortunadamente para mí, no sufrí ningún siniestro. Pero la cosa tiene tela, demasiada tela y ha traído mucha cola.

Dejé Mapfre porque se negaron a bajarme el precio que ellos implantan sin contar contigo. Pregunté a un vecino y me dijo donde estaba él asegurado. Cerca de casa y con un mediero que aparentemente no hacía sospechar nada irregular. Y allá que me aseguré.

El año pasado cancelé un seguro y se lo comuniqué con la intención de que el sobrante no usado me lo descontara del siguiente que estuviera en la lista de cobro. Hoy, ya no tengo nada claro. Me hizo devolver el recibo del auto cuando fue el tiempo de cobro e ingresarle a su nombre lo que sería el costo del nuevo periodo. Una pequeña rebaja que por supuesto no igualaba el dinero desembolsado y no usado en el anterior seguro cancelado. (Agua pasada no mueve molinos). Pero este año, en primavera, me volvieron a pasar al cobro el seguro cancelado. Pa mear y no echar gota.

Esta primavera, pasé un día por la oficina y vi que estaba cerrada y con un letrero: Había dejado de estar operativa y con un nuevo mediero en otro punto de la ciudad. Poco a poco fui conociendo, solo un poco, las aventuras de aquél buen señor. Había dejado pufos y a gente sin seguro, él sabrá a cuántos. Parece ser que se quedaba parte del dinero que los asegurados le entregábamos; muchos han descubierto a raíz del cese que a pesar de haber pagado el recibo, carecían de seguro. Me temo que el dinero del seguro cancelado, se lo quedó él.

Envié un correo al nuevo mediero y al menos yo tenía en orden mis seguros, no como mi informador que llevaba meses sin seguro. Otro vecino me informó, en días pasados, que a él y sus hijos también los dejó con el culo al aire y sigue teniendo problemas con la compañía aseguradora, porque le reclama dineros y él por supuesto no suelta la tela.

En vista de que esa compañía parece una casa de Monipodio, intenté cancelar mi seguro de auto avisando con antelación. Pero si el anterior mediero era un mal gestor, el actual es un sinvergüenza. Le avisé por escrito con antelación que no renovaría la póliza del auto, pero no se dió por aludido y quince días antes me mandó el aviso de cobro. Entonces recurrí a cancelar todas las cuentas o permisos de cobro de esa aseguradora en mi banco. Cuando enviaron el recibo, no les pagaron. Poco tiempo después, recibí una carta de pago aduciendo que mi banco no había pagado. 

A todo esto, había enviado los correos dirigidos al mediero a un presunto defensor del cliente; silencio sepulcral. Como soy un afiliado a FACUA, consumidores en acción, presenté la documentación para que me defendieran ante Catalana Occidente. Una carta certificada con acuse de recibo. A pricipios de mes recibo una nueva comunicación de la aseguradora anunciándome la cuantia a pagar por la renovación del seguro de hogar.

Ya en el mes de julio de había comunicado al mendrugo nuevo mediero, que no renovaría, pero se lo pasó por el forro. Cabreado, envié un nuevo correo al presunto defensor del cliente, poniendo a caer de un burro al fulano este y tachando a la administración de la aseguradora de irresponsable y más. También a ellos que no me habían atendido ni contestado al correo enviado.

Hoy he recibido, en una contumaz y pérfida notificación de esa compañía, el anuncio de la próxima caducidad y cobro posterior del seguro de hogar de mi domicilio.

Me parece contumaz y pérfido además de una burla a mi persona, que tras emitir dos correos, el primero ¡¡el 15 de julio!! y otro en agosto, adjuntos ambos, anunciando la no renovación de dicho seguro, se haga caso omiso a las comunicaciones y se pretenda, en una política de hechos consumados, cobrar un seguro al que con la anterioridad suficiente se ha renunciado y sin cumplir, por parte de la empresa, el requisito con el cual pacté ese seguro con el señor Ferrer Morlanes: Habrían de notificarme con antelación suficiente la nueva cuota con el fin de renunciar si no se ajustaba al presupuesto que yo considerase justo.

Ese requisito se ha obviado en un abuso de posición dominante por parte de Catalana Occidente y el preaviso llega a deshora y lo que es peor: haciendo burla de las dos notificaciones previas enviadas por mí. NUNCA debió haberme sido enviado, lo cual hace presumir un desprecio total al cliente y una desastrosa, caótica e interesada, torticera y mendaz administración por parte de quien dice representar a la empresa y ante el cual se presentaron los escritos. Si los niega, simplemente miente.

No espero grandes milagros por parte de esa presunta defensa del cliente, a la cual también presenté un escrito por otra discrepancia y han dado la callada por respuesta. Si a pesar de este correo, osan enviar al cobro el recibo, sepan que no lo haré efectivo y volveremos a comenzar de nuevo.

Una hora más tarde, tras enviarlo, me llama un individuo lamentándose y pidiendo perdón. Echa las culpas de todo al anterior mediero, ignorando que de esto tiene la culpa el nuevo. Me ofrece cancelar el seguro de hogar y sin pedírselo también el del auto. Posteriormente me manda un mail ratificando la anulación de los dos seguros.

Lo notiqué a Facua, y no han dicho ni pio. Y es que no se puede uno fiar de nadie. 

Acabo de recibir dos correos del director general de la casa de seguros, notificándome que he sido dado de baja en ambas pólizas. Ameuen.

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