Está prohibido odiar. No se puede odiar al cabrón que te hace la vida imposible; al cabrón que te roba; al cabrón que te miente y hace lo contrario de lo que promete; al cabrón que se mete en política para forrarse; al cabrón que exprime a sus trabajadores en tanto él cobra millones; al cabrón que te raya el coche y no te deja sus datos; al cabrón del banquero que no te da ni cinco céntimos por tus dineros pero te cobra por el mantenimiento de la libreta; y en general, a todos los políticos que llevan sus políticas antihumanas e insolidarias hasta permitir que los ancianos mueran solos, encharcados en sus mierdas y orines, sin una mano que les acompañe en su último aliento. A esos los odio y les deseo que tengan el mismo fin que ellos han procurado a tantos miles de ancianos y enfermos.
Odio a todos cuantos comienzan guerras y matanzas sin importarles lo más mínimo las personas muertas. A esos, les deseo el mismo fin. Y a los torquemadas. (Es un dibujo, pero me da escalofrios)
No hay comentarios:
Publicar un comentario