Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

martes, 8 de febrero de 2022

SOMOS TONTOS, ADEMÁS DE VIEJOS

 Soy mayor, no idiota.

Hoy ha tenido gran repercusión mediática la presentación en Hacienda de más de seiscientas mil firmas para obligar a los bancos a mantener los cajeros y las oficinas bancarias, sobre todo en los pueblos, abiertas a las personas mayores. Una de esas firmas, llevaba mi nombre.