Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

miércoles, 20 de abril de 2022

SILENCIO

Cuando no se tiene nada que decir, lo mejor es permanecer callado.

Hoy Laika, me ha dado un gran susto. Ha vomitado como si hubiera comido fresas y dados los precedentes, mi ánimo ha sufrido un fuerte shock. Hemos ido al veterinario y parece ser que mis temores no estaban tan justificados como les atribuía. Ha recomendado que hoy no comiera nada, con lo que ella no ha estado de acuerdo. Se ha metido a su caseta, sí, pero ha manifestado de forma clara que quería cenar. En solidaridad con ella, yo tampoco he cenado.

Siempre he oído decir que los hombres nunca lloran; pues a buenas horas para averiguar que no soy un hombre. Pero no me hagas sufrir tanto pequeña, que a esta marcha no tendrás quien te saque de paseo.

Y es que yo, soy, un pobre diablo sentimental. 

(Te dedicaría la canción "20 de abril del 90" de Celtas Cortos, pero es posible que no te gusten los celtas, ni cortos ni largos). Como anécdota, in illo témpore, pero del 68, tras fumar Chester, imploraba un celtas corto. Cosas veredes, amigo Sancho.