Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

miércoles, 1 de junio de 2022

IN AL-BIS

Hay infinidad de cosas que me repugnan, pero me tapo la nariz. A fin de cuentas, no soy nadie y hasta mi voto, no sirve de nada. Hoy estamos sufriendo una escalada de la ultraderecha y quienes debieran hacer lo imposible por protegernos de esas alimañas, hacen todo lo contrario. En Egpaña, con tal de subirse al carro del poder, les dan hasta el culo. Contemplar como un fascista ha alcanzado la vicepresidencia en CyL para insultar a una persona minusválida, indigna, pero quienes lo han permitido, miran para otra parte y lo volverán a hacer.