Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

miércoles, 14 de septiembre de 2022

MARÍAS, JAVIER

Lo conocí hace años cuando él escribía una crónica en El Semanal y yo compraba periódicos de papel. También escribía y posiblemente siga haciéndolo, Pérez Reverte. La forma y el contenido del primero era muy diferente, menos incisiva. PR, era como las vaquillas al salir del toril, atacaba a todo cuanto se ponía por delante, no se cortaba un pelo en poner a parir a quien dedicaba el artículo; por eso me gustaba, ahora hace mucho que no le sigo, se ha vuelto rico y la cabra siempre tira al monte.