Me parecen unos perros bellos e inteligentes. Yo les regalé a mis padres (qué remedio les quedó ante los hechos consumados) una cachorra hija de la campeona danesa de la especie, Katy. Salió al padre, conejero. Pero muy valiente. Un día cazando, a un jabalí herido lo persiguió por el monte y donde no llegó ninguno de los otros perros, ella, a dos kilómetros de donde le dispararon seguía ladrando. Nadie tuvo el coraje de ir a ver que pasaba. Era muy inteligente y hoy, muy sensibilizado con Laika, lamento el desgraciado fin que tuvo en el pueblo, abandonada por mis padres al tener que emigrar por cierre del ferrocarril minero.
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