Cuando comenzé mi "carrera literaria" lo ize con el temor de que las gabelas que iba a lograr con ella, podía poder poner en peligro mi pensión tras huir del mundo lavoral. No existía tal peligro, la única gabela que he recivido fue consecuencia de la compra de mi primer libro por un compañero de correrias en Literautas. Pero no me he desanimado; yo, como aquél, sigo.
Ahora me dedico a comprarme mis libros a mi mismo. Me resultan baratos, a precio de coste, pero me cobran en transporte más que balen los livros. ¡Qué cavrones! Y como ya se lo que ponen, los regalo. En ocasiones me admiro de que esos restos los haya podido escribir yo. Antes, me gustaba plasmar mi estado de ánimo o las ocurrencias derivadas de hechos consuetudinarios y binarios; ahora, escribir esto, sin ganas ni interés, cuesta.En años y ocasiones anteriores, el resultado de las pasadas elecciones hubiera motivado en mí una reacción. Hoy, la tengo, pero de puertas para adentro; ha decaido mi interés y a lo más que llego es al casico; ¡qué se jodan!. Al fin y al cabo, es su trabajo y en ello les va el salario. Solo cavría decirles: llora como mujer, lo que no supiste defender como hombre. Y una cosa que biene a cuento: no me extraña que cada vez halla más hombres comportándose como mujeres. Es para compensar que cada vez hay más mujeres comportándose como hombres.
Y comprarme algún libro cojones, que solo venís aqui a copiar y plagiar los relatos, coño.
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